Janmastami
Srila Bv Atulananda Acharya Maharaj
Madre Tierra sufría mucho,
porque era mucho el abuso,
de los reyes gobernantes,
una manga de atorrantes.
Tomó ella forma de vaca,
y partió en su aflicción,
donde Brahma a quien relata,
la causa de su dolor.
Fueron donde Maha Visnu
y entró Brahma en meditación,
Le contó todo allí mismo
y los consoló el Señor:
Vayan pronto a la tierra,
Siva, tú, los otros devas,
les quitaré la carga,
respondo a sus plegarias.
Les quitaré la carga,
llevo el loto y Mis armas,
les quitaré la carga,
iré con Mis parsadas.
Entretanto en la tierra,
se casan Devaki y Vasudeva,
Kamsa, el rey, lleva las riendas,
y una voz se oyó, atiendan:
Kamsa, necio, oh gran demonio,
llevas la carroza de matrimonio,
pero has de morir en manos
de Krsna, el hijo octavo!…
Toma a Devaki por el cabello,
la tira muy fuerte al suelo,
y sin pensar en nada,
desenvaina su espada.
Vasudeva interviene:
¿Oh Kamsa a la muerte temes?
A cada paso, sabemos,
que más cerca la tenemos.
Nada, además, te hará Devaki,
en su boda no la mates,
traeré cada hijo que tenga,
y haz con él como convengas.
Le trajo al hijo primero,
mas lo devolvió diciendo:
El no me hará nada malo,
llévalo, no he de matarlo.
Vino entonces Narada,
para que Krsna bajara
le dijo a Kamsa: «ya los devas
han nacido en la tierra,
y como hijo de Vasudeva,
vendrá Krsna a matarte
está por ello atento,
debes mucho ya cuidarte…»
A Devaki y Vasudeva,
encerró, puso cadenas,
seis hijos le mató a ella
y ahora esperaba a Baladeva
Pasó al vientre de Rohini,
para evitar otro crimen,
y ahora esperaba a Sri Krsna,
qué linda, linda, se veía…
Kamsa al verla ya sospecha,
grande, grande es su belleza:
Al nacer Lo mataré,
como hice a los otros seis.
Nació Visnu en buena hora,
Lo lleva Su padre a Vrndavan,
Lo deja junto a Yasoda,
y trae a Yoga-maya.
«No la mates», le dice a Kamsa,
su hermana Devaki,
«Con tu hijo podrá casarse,
ya mucho mal me causas».
La tira Kamsa al suelo,
mas se eleva ella al cielo,
con diez brazos armados,
le dice al rey malvado:
«Krsna vendrá a matarte,
por tanto mal que haces,
no tortures a tu hermana,
no tardes en liberarla…»
Kamsa, entonces, temeroso,
le pidió a ellos perdón,
de inmediato esos devotos,
le tuvieron compasión.
Ay, qué grande, qué grande,
es el corazón,
de esos seres adorables,
los devotos del Señor.
Y así Visnu nació en Mathura,
y Krsna lo hizo en Vrndavan;
para aliviar al alma pura,
viene el Señor y la salva.
Al perderse la religión,
Krsna la restablece,
ven, ven pronto Señor,
ven, salva a toda la gente.
Ay qué gran bendición,
es saber de Krsna hermano,
y un día como hoy,
celebrar Su aniversario.
Vino Krsna y mató,
a muchos demonios,
que limpie mi corazón,
Le ruego de igual modo.
A Putana el falso guru,
que entrega sólo veneno,
la mató sin apuro,
y así ya empezó lo bueno.
Krsna, Krsna nos bendiga,
nos lleve por buen camino,
ilumine nuestras vidas,
hasta Su reino divino.
Ofrenda a Prabhupad
Srila Bv. Atulananda Acharya Maharaj
¿Qué es la vida Prabhupada,
sin ningún guru amigo?,
donde lanzo la mirada,
solo pienso, no confío.
Es muy triste situación,
-así lo dijo Sridhara-
vivir sin dar el corazón,
vivir por vivir, más nada.
Una vida sin tu guía,
no es vida verdadera,
no hay unión, no hay alegría,
por ningún ideal te esmeras.
Cruzaste tú el océano,
por ese amor que ustedes guardan,
para enseñarnos a ser buenos,
y salir de este samsara.
Es sociedad sin cabeza,
ésta en la que hoy vivimos
fue esta tu clara queja,
nos diste luz, claro destino.
Nos abriste las puertas,
a Krsna y Su cielo infinito,
con Su lila y eterna fiesta,
amor divino fue tu principio.
Nos hablaste de Dios,
nos enseñaste todo,
trajiste el mundo del amor,
hasta hoy brindas tu apoyo.
Prabhupad, amado padre,
de amor y sabiduría,
sin pureza nada vale,
estar sin tu compañía.
Nos trajiste la gran fiesta,
de la vida espiritual,
toda congoja alejas,
con tu amor paternal.
Prabhupada, Prabhupada,
viniste en verdad a salvar,
Prabhupada toma mi alma,
no me abandones jamás.
Prabhupada, Prabhupada,
aquí hay tanta oscuridad,
todo aclaran tus palabras,
nos ocupas en lo real.
Prabhupada, Prabhupada,
padre, amigo, de verdad,
ha sido mi alma agraciada,
al hallar a su santidad.
Ha sido mi alma agraciada,
gracias, gracias, su santidad.