Una relación personal con Dios
Krishna, Dios, es la realidad, es muy importante tratar de entender el carácter personalizado de la realidad, ya que es el fundamento más elevado y el sustento y origen de toda energía.
La naturaleza de Kali-yuga es adorar la energía. Esa es la característica de la conciencia irreligiosa. Esta ama la energía porque quiere adueñarse de las cosas, no quiere servirlas. No quiere aceptar que todo tiene un dueño.
La persona santa se alegra de que todo tenga un dueño y quiere tener una relación con ese dueño, el materialista quiere adueñarse de todo y disfrutarlo, y de esa manera se priva de la relación amorosa que es el principio básico de toda existencia, es el rasa real del alma.
¿Cómo vamos a sentir amor por una energía? Eso es absurdo. El amor se da entre personas. El amor es la energía que relaciona a dos individuos, y en la medida que ese amor sea más puro, más gozosa será esa relación y mayores serán las verdades que se descubrirán. De este modo el amor puro nos mostrará a Dios.
Mientras más puro quieras ser, mientras mejor sirviente humilde quieras ser, mientras más quieras colaborar en eliminar el dolor propio y del mundo, más te vas a acercar al concepto de Dios. Su existencia será más y más clara y necesaria para ti. Esa será su gracia para ti, para ese ser que desea ser bueno, que quiere ser cada día mejor.
El hecho de que exista una persona respaldando toda creación es lo que nos permite amar, es lo que nos obliga a amar, porque persona significa relación amorosa, ya que este es el único medio de relacionarse y conocer a una persona.
La energía puede ser conocida a través de la explotación pero no la persona. En realidad sólo el aspecto más bajo de la energía puede ser conocido a través de la explotación.
Pero sólo en la medida de que queramos ser mejores sirvientes el mundo personalizado se manifestará a nosotros. Como dijo Prabhupad Bhaktisidanta: Sé tan buen sirviente como para que el amo quiera verte, y te llame.