Sri Caitanya Mahaprabhu
Hace unos quinientos años
En la provincia de Bengal
Advino el avatar dorado
Quien propagó el Harinam.
Sus brazos eran largos
Sus ojos como lotos
Hizo mil milagros
Hizo mil devotos.
«¡Canten el santo nombre!
-Fue su continuo predicar-
Pues Su potencia esconde
Todo lo deseable a lograr…»
Recorrió toda la India
A todos dio su cantar
El nombre de Krishna, Govinda
Resonaba a su pasar.
Sabios, reyes, mendigos
Se unieron a su redil
Todos eran recibidos
Y cantaban fuera de sí.
Conocedor de los Vedas
Desde su tierna juventud
Dió la esencia verdadera
De todo saber y virtud.
«La meta suprema
Es el amor por Dios
Toda alma es la eterna
Sierva de su Señor…
No busquen placer en la tierra
Pero sí limpien su corazón
Extasis puro les espera
Si llevan vida de devoción.
No traten de enseñorearse
Eso es mundo de explotación
Son siervos, deben dedicarse
A cumplir el plan superior.
Sólo la devoción conquista
El interés del Supremo Ser
No riqueza, vida erudita,
Ni aristocracia ni poder.
¡Vuelvan sus vidas alegres!
¡Canten fuerte Hari Hari!
Den la espalda a los placeres
Lo temporal llama al sufrir…
Sé humilde como la hierba
Tolerante como el árbol
Respeta aíºn al que te hiera
Y así ensalsa al Amado…»
Aun las fieras de la selva
Se unieron a su cantar
No hubo un alma que pudiera
Resistirse a tanto amar.
Ricos, pobres, juntos venían
A su canto y danza jovial
Mil platos se repartían
De alimento espiritual.
Mahaprabhíº mismo servía
Mucho mucho a cada uno daba
Mucho más de lo que podrían
Comer cinco de buenas ganas.
«Este alimento es prasadam
Misericordia del Señor
Da amor, destruye el karma,
Despierta la devoción.
Por el control de la lengua
Se vencen mente y sentidos
El sabio así recomienda
Ocuparla en redimirnos.
La lengua gusta sabores
La lengua vibra sonido
Coman y canten el Nombre
Coman ésto que es divino…
Dió la Verdad más profunda
En la forma más sencilla…
Aprovecha, alma, tu fortuna
Llena tu ser de alegría.
Hay un mundo para cisnes
De cielo azul, lagos claros
Ve tíº, y a otros miles
Verás volar a tu lado.
Toma el Nombre, toma el Nombre
-Sri Chaitanya nos decía-
En el mundo no habrá donde
Este canto no se diga…»
Al occidente lo trajo
Un emisario espiritual
De India vino en un barco
Para darnos el cantar.
Regocija tu alma
¡Oh lector!¡Amado ser!
Toma el Nombre, alma alba,
A ti deseo, todo bien…