Despierta la sensibilidad de tu corazón

Nosotros somos seres espirituales y como seres espirituales tenemos necesidades espirituales.
La necesidad espiritual es muy grande, es muy valiosa, es muy bella. La necesidad espiritual es conocer la verdad, conocerse a sí mismo; y no solamente conocerse sino actuar, vivir en base a este conocimiento. Es algo práctico, es algo que se vive no solamente que se conoce. Por ello en la ciencia del yoga tenemos filosofía, conocimiento, información acerca de la verdad y también el proceso para poder vincularnos con esa verdad, para poder experimentarla realmente y de esa manera poder librarnos de la influencia de este mundo.

Esa es la idea, es decir alcanzar un estado de conciencia en el cual uno no está afectado, ya sea por la ganancia o la pérdida, el éxito o el fracaso, el frío o el calor, esas son cosas que vienen y se van, a las que no debemos dar importancia porque es como ir navegando en un barco, ahí no darás importancia si estás arriba de la ola o abajo, porque nada puede afectar al barco, lo único importante será seguir navegando hasta llegar a la meta.

Es un hecho que van a venir tempestades, pero eso no significa nada realmente, lo importante es llegar a la meta; porque mientras no lleguemos a la meta estaremos en una situación incierta, todavía no habremos conseguido nada. Si uno no llega todavía, puede quedar condicionado. Es como tirarse a cruzar el río, si uno no lo cruza se ahoga, aunque le falte un metro para llegar a la orilla. Si le falta un metro o diez metros, el resultado será el mismo. Por ello, si cruzamos el río tenemos que ir bien resguardados. En realidad nadie puede cruzar este río por sí solo. Y a decir verdad no se trata de un río sino de un océano, es el océano de la existencia material, y nadie puede cruzar el océano por sí solo.

Entonces Krishna nos ofrece Su ayuda, el conocimiento védico, la sabiduría de los vedas. Está dicho que este cuerpo humano es el barco con el cual se puede cruzar este océano de ignorancia. El cuerpo humano es el único barco capaz, es un trasatlántico, por tal razón es muy valioso, los demás cuerpos no pueden cruzar el océano de la ignorancia. Ya tenemos este cuerpo, este barco está siendo impulsado por el viento de los vedas, no por cualquier viento, el viento del conocimiento védico es el que nos lleva a la dirección correcta, y este barco necesita de un capitán y ese es el maestro espiritual.

Es muy difícil cruzar este océano, hay muchas pruebas, muchas tentaciones con muchas posibilidades que al final no sean ninguna posibilidad, por ello la persona inteligente debe estar concentrada en alcanzar la meta superior.

Esto es lo que nos recomiendan los vedas, ya hemos alcanzado este difícil nacimiento humano, hagamos el uso apropiado de este cuerpo para conocer la verdad, nada menos que eso. La verdad, como se dice, te hará libre. La verdad lo es todo. Si no tenemos la verdad estamos en la ilusión. ¿Quién quiere estar en la ilusión? ¿Quién quiere estar engañado? ¿Quién quiere trabajar tan arduamente para nada? Porque a todos nos toca trabajar muy duro en esta vida, para nadie es fácil. Entonces, ¿trabajar para nada? ¿Para tener que nacer de nuevo? Si ya hemos nacido miles de veces, esto no sólo nos va a pasar solamente ahora, esto es lo que pasa normalmente si no reaccionamos. Estamos completamente a tiempo para reaccionar, para ello, el mismo trabajo que tenemos, los mismos esfuerzos que tenemos que hacer en esta vida, debemos destinarlos para nuestra liberación. Todas las adversidades, todos los problemas que encontramos en la vida, absolutamente todo lo que te sucede es enviado desde arriba para que nos iluminemos, para que empecemos a entender la verdad. Es decir, todo este universo es una escuela que nos está enseñando, aunque no nos demos cuenta.

Cuando uno es muy niño nos enseñan sin que nos demos cuenta, cuando uno es más grande te dicen «te vamos a enseñar», y uno dice: «ah!, bueno», y cuando uno se vuelve más grande, uno mismo anda buscando un maestro. Así, hay distintos niveles de conciencia para todo el mundo, a todo el mundo se les está enseñando, pero algunas personas todavía no se han dado cuenta, no lo saben y piensan que este mundo es para disfrutar, para pasarlo bien, para salvarse económicamente, algo así y nada más. Otros piensan que este mundo es para cumplir con algunos deberes sociales, como cumplir con la familia, cumplir con el país pero eso no es suficiente, cumplir con la familia, claro, es un buen principio, porsupuesto, cumplir con ser una persona honesta y con todos los deberes, pero eso también está dentro del campo del karma. Si una persona cumple bien con sus deberes en este mundo va a recibir el beneficio de este mundo, pero yoga significa establecer una relación con el Supremo, para recibir un beneficio del Supremo, esa es la gran ventaja, es inconcebible.

Por ejemplo, las actividades materiales son como navegar en un velero sin cruzar el océano. Un pequeño velero no puede cruzar el océano, sólo se puede defender un poquito del oleaje, pero después tiene que volver al mismo muelle de donde embarcó. Pero la idea es cruzar el océano, no solamente cumplir con algunos deberes para mantenernos en este mundo, esa no es la idea; mantener una familia en este mundo, mantener tu nombre, tu fama, tu posición, esa no es la verdadera meta de la vida, más bien la idea es que el mismo trabajo que ahora realizas, que tu mismo trabajo, familia y relaciones sean desde ahora tu medio de liberación. La idea es que si uno mantiene su barco navegando hacia la trascendencia, llegará a la trascendencia.

Así que este proceso es muy natural, muy sencillo. Lo único que tenemos que saber es cual es la meta y avanzar hacia ella, eso es todo. Porque si no avanzas hacia la verdadera meta, igual tienes que avanzar en alguna dirección, tienes que esforzarte, pero estarás yendo en la dirección equivocada, imagínate qué violencia más grande, qué engaño más grande. Eso es lo que está sucediendo. Toda la sociedad está corriendo, se está profesionalizando solamente para darle placer a sus sentidos, pero Krishna dice que con esos mismo esfuerzos y capacidades podrían alcanzar la trascendencia. «Podrían alcanzarme a Mi. Solo tienen que tomar la dirección correcta. No se queden aquí dando vueltas. No se queden masticando lo masticado, repitiendo una y otra vez lo que ya sabes que no resulta, lo que tú sabes que te va a dejar igual que antes». Por ejemplo, uno mira televisión, uno lee una novela, uno va a una fiesta, uno sale de vacaciones, y uno sigue siendo la misma persona, incluso hasta peor porque se llena de más deseos, se vuelve más codicioso. La idea es que la conciencia se eleve, que la conciencia se libere de los deseos mundanos, porque eso es lo que nos causa los sufrimientos y para liberarnos de los deseos mundanos tenemos que saborear el néctar espiritual del Bhagavad Gita y del Srimad Bhagavatam.

Empezar a escuchar acerca del espíritu, acerca del alma, de quiénes somos nosotros realmente, eso nos va a ayudar. Si nosotros empezamos a indagar acerca del alma, vamos a sentir la felicidad del alma, habrá una respuesta, porque hay un misticismo dentro de todo. En realidad somos místicos, porque la conciencia es algo místico. Somos místicos en potencia y no cuesta mucho despertar este misticismo. Y, ¿qué significa este misticismo? Es despertar la sensibilidad de nuestro corazón, en realidad no es algo de complejidad filosófica, tampoco es un asunto de grandes austeridades, ni de grandes renunciaciones; es algo muy natural, es solamente incrementar la sensibilidad de nuestro corazón. Por eso practicamos el vegetarianismo, porque cuando uno es vegetariano verdaderamente puede mirar a los animales a los ojos. Francamente los puede mirar porque no les ha hecho nada malo, ningún daño; verdaderamente los puede acariciar, porque, ¿cómo alguien va a acariciar a su víctima?

Para ser vegetariano no se necesita ser un gran filósofo, ni tampoco un gran asceta, ni un monje renunciante; todo lo contrario, es más bien todo lo contrario, cuando uno se vuelve vegetariano tiene más posibilidades de probar más sabores.

Cuando uno empieza a hacer el bien, cuando empieza a hacer lo correcto, uno se encuentra con una gran sorpresa, con la misma sorpresa que se encuentra un borracho cuando deja de tomar. Y dice: «Es bueno esto de dejar de tomar, me siento mucho mejor, ya no me duele tanto la cabeza, puedo digerir mejor los alimentos, ya no me pegan cuando llego a casa, la economía está mejorando». Pero cualquier cosa buena que hagamos, al principio nos va a costar hacerla, así es la vida, así es el mundo. Hasta a una guagua le cuesta gatear, de este modo, todo se consigue a porrazos, pero después el beneficio es enorme.

La vida es así, en realidad es un continuo esfuerzo. Es inevitable ese esfuerzo, como dice el dicho: «El flojo trabaja dos veces «. Osea, hasta el que no quiera esforzarse debe hacerlo. Por ello las personas sabias dicen: «Esfuérzarte. No le tengas miedo al esfuerzo. No seamos tan vagos, más bien deberíamos estar buscando dónde hay esfuerzo, dónde se requiere más esfuerzo, porque sino te quieres esforzar es porque no quieres crecer, es porque estás deprimido. No querer luchar, no esforzarse, ese es un tipo de abatimiento, no es sano, porque no es la función de la vida. Por ejemplo las piernas necesitan caminar, piden caminar, como también piden descansar, todo está balanceado. No es que todo es esfuerzo, también uno descansa, pero descansa para después esforzarse, no es que descansa para después seguir descansando.

Cuando no tiene nada que hacer es una pesadilla, uno se siente inútil, entonces los esfuerzos son bendiciones y si tienes que esforzarte por alcanzar la verdad absoluta, qué bendición más grande. Imagínate, qué criterio, qué bendición, qué bien evaluado te tiene el Señor Supremo. Porque Krishna no está diciendo que tenemos que trabajar por el mínimo, tú tienes que trabajar para autorrealizarte, para volverte un sabio, un trascendentalista, hombre o mujer, tienes que ser sabio o sabia, tienes que ser perfecto o perfecta, por eso tienes este cuerpo humano, todo lo demás esta demás. Solamente van a medir nuestra capacidad de amar, nuestra capacidad de servir, nuestro anhelo por conocer la verdad. Mientras más grande sea nuestro anhelo de conocer la verdad, más evolucionados estaremos, más cerca de la felicidad, más cerca de la salida, de la puerta de salida.

Entonces, como ya les dije, si uno trata de sentir el alma, el espíritu, lo vas a sentir. Es como si un preso viese a la distancia abierta la puerta de salida. ¡Imagínate! «Ví la puerta abierta, ¿cuándo se volverá a abrir para mí? Esto debemos entender profundamente. Estamos en una cárcel. Estamos condenados al nacimiento, vejez, enfermedad y muerte. Estamos condenados porque queremos, seguimos condenados porque somos flojos. Si te quieres liberar te puedes liberar. Nadie puede decir «no puedo». ¿Qué no puedes hacer? ¿Qué se te hace tan difícil? Todo lo puedes hacer si te asocias bien. Asóciate con los que se quieren liberar, los que no se quieren liberar van a seguir en el ciclo del nacimiento y la muerte, van a reprobar, no es que hay una sola vida, hay millones, hasta que tengas que trascender.

Debemos escapar, no quedarnos aquí porque los problemas de este mundo nunca se van a acabar, a menos que trasciendas, porque en este mundo la salida no está para los lados sino que para arriba. Sumérgete en la realidad, en lo que está arriba. Eso no tiene nada que ver con esta realidad de política, de economía, tiene que ver con el alma, y si nosotros aprovechamos este conocimiento podremos ser inmediatamente beneficiados, inmediatamente. Esa fue mi experiencia, tan pronto me puse a leer el Bhagavad Gita sentí un entusiasmo, me dije: «Aquí hay filosofía y respuestas, repuestas claras, nada tan difícil, uno toma un libro de un filósofo y no entiende nada. No está resolviendo ningún problema, al contrario, los crea. En cambio el Bhagavad Gita va directamente a resolver nuestros problemas: ¿Cómo podemos parar con el ciclo de nacimientos?, ese es el gran problema, estamos siendo afectados por tres tipos de miserias: el cuerpo, la naturaleza y las miserias de otras entidades vivientes.

Entonces, cualquier persona que piensa un poco se da cuenta que este no es un buen lugar, solo una persona irresponsable podrá pensar que este es un buen lugar. Los vedas dicen que solo dos personas en este mundo son felices: el sabio y el loco.

El loco que es completamente irresponsable y el otro es el sabio. Entonces, felizmente, la sabiduría existe. Todos buscamos respuestas, se buscan en el campo de la ciencia, de la política, del arte, etc. Por naturaleza se nos llama «el conocedor», así, somos los posibles conocedores, ojalá los conocedores, porque ojalá se nos despierten las ganas de conocer la verdad. De este modo existe el conocimiento, el conocedor y el proceso para conocer.

Porque así son las cosas en este mundo, existe el sentido, existe el objeto de ese sentido y existe el proceso para que se pueda establecer la conexión. Está el ojo para ver, está el objeto y están las facilidades para ver este tremendo sol. Krishna lo puso para que podamos ver. Para escuchar tenemos lo mismo, la oreja. Hay sonidos que se transmiten por el éter y así escuchamos; entonces nada está desvinculad. Está la sabiduría, está el conocedor y también está la conexión entre el conocimiento y el conocedor y esta conexión se llama yoga, y más específicamente se llama bhakti yoga, porque el conocimiento superior significa la realidad superior. Si logro saber acerca de la realidad superior, mi conocimiento será superior, pero si soy un experto en pulgas, no será un logro muy importante.

Ser un experto en variedades de peces, eso no es importante, porque son realidades inferiores. Pero la realidad superior es el amor divino, y si yo tengo conexión con esa realidad superior, mi conocimiento será superior y en realidad ese conocimiento superior nos revela todo, tal como el sol nos muestra todo. Nosotros no podemos crear un foco tan poderoso como el sol, solo podemos alumbrar un poquitito nada más, pero Krsna te puede iluminar todo, te puede mostrar todo, para Krishna eso no es un problema. Cuando sale el sol podemos ver muy claro, pero cuando se va, aunque hayan muchas luces igual no podemos ver fácilmente. De la misma manera, cuando queremos conocer la verdad por nosotros mismos es un absurdo, nunca la vas a conocer. Es como decir que quiero conocer Chile pero solo de noche. Si yo te digo que te describiré Chile de noche ¿A quién le interesa? ¿Cómo vas a describir la cordillera, o los lagos del sur, o los bosques nativos? Es ridículo. Pero si alguien te dice que recorrió Chile de día, eso tendrá más sentido, es más inteligente. Del mismo modo los científicos y filósofos quieren entender la verdad estudiando de noche, sin la luz de la verdad. La verdad no es mezquina, no es miserable como las universidades modernas que si no tienes billete no estudias. La verdad absoluta es completamente generosa, si tú quieres conocer la verdad absoluta sólo habrá un requisito, desear conocerla, pero deberás estar dispuesto o dispuesta a cualquier sacrificio.

Uno ve que existe la capacidad de sacrificarse por lo que uno quiere, el gran problema es que nos han hecho olvidar lo que debemos desear, ese es el problema, ese es el crimen de esta sociedad materialista, hedonista, burguesa; solamente te dicen «disfruta, pásalo bien, después paga, en dos o tres meses más». Ahí te quiero ver. Por ahora sólo sonrisas, pero cuando no puedes pagar, ya no hay ninguna sonrisa.

Entonces no nos dejemos engañar más, no dejemos que nos metan el dedo en la boca como bobitos, que te compres tal y tal cosa, eso es un insulto, como eso de que la caca cola es la chispa de la vida, es un insulto.

Así, no debemos olvidar la meta, eso es todo. Sino olvidas la meta empiezas a caminar hacia ella. La meta es la verdad absoluta y la verdad absoluta es Dios, como quieras llamarlo. Nosotros lo llamamos Krishna, y si no vas a Él, todo lo vas a perder, nadie te va a reconocer nada, vas a nacer en blanco. Por ello, como decíamos al principio, te tienes que esforzar, trabajar, solventar; pero hazlo en la dirección correcta, y desear la dirección correcta significa nunca olvidar a Krishna, a Dios, nunca. Hazlo todo como una ofrenda a Él. Vive con Él, apégate a Él, ámalo a Él. Cuando empieces a amarlo vas a sentir tu corazón, y cuando sientas tu corazón vas a sentir felicidad, porque eso es lo que hay en tu corazón.

Por eso hablábamos de lo importante de ser vegetariano, porque esa es una forma de practicar el amor a los demás. No solamente no debemos amar a los animales, sino también debemos amar a la misma Madre Tierra, porque todo vive. Pero nosotros queremos ignorar la vida de los demás por nuestro deseo de explotar, de abusar. Vemos que una persona, mientras más sensible se vuelve, en mayor sirviente se transforma, porque empieza a entender que todos los demás son seres sensibles. Todos los demás necesitan de mí, aunque sea de una sonrisa, de un buenos días, de un «¿qué tal?», porque eso levantará el ánimo de cualquiera, nuestro espíritu; así era la sociedad antes, cuando vivían en pequeños pueblos.

Ese es el ambiente en que realmente se debería vivir, y no como ahora que ni conocemos al vecino y todo se ha vuelto impersonal, insensible. Nos han educado para que seamos insensibles, nos han dicho que no hay vida en otros planetas, que los animales no tienen alma; antes decían que los negros no tenían alma, ni los indígenas, ni las mujeres tampoco, y los que afirmaban estas barbaridades eran supuestamente los más eruditos de la época.

Qué miseria. ¿Cómo puede un ser humano pensar que porque su congénere es de otro color no tiene alma? ¿Cómo puede declarar que un animal no tiene alma porque no se sabe las tablas de multiplicar? Eso es una insensibilidad, y cuando uno es insensible no puede conocer la verdad. ¿Cómo podrá un insensible conocer la verdad que es lo más sensible, lo más sutil, lo más elevado? Una persona primitiva, grotesca, burda, no puede acercarse a una persona refinada; y una persona refinada es alguien que tiene sentimientos refinados, no la que tiene un apellido complicado, sino la que posee sentimientos de amor y deseo de servicio. El más grande, el más elevado, es el que más sirve, no el que más se deja servir o el que más se hace servir.

Por lo general pensamos que esa es la perfección de la vida, que todo el mundo nos sirva, pero esa es la miseria más grande. Cuando tú quieres que todos te sirvan tienes que pagarles a todos. Por ejemplo, cuando alguien quiere ser presidente y tener el país a su servicio, se da cuenta: «¡Uy!, si quiero tener el país a mi servicio debo atenderlos a todos, sino me botan. de este modo, es un engaño. Querer ser señor es lo peor que nos puede ocurrir, pero querer ser sirviente es lo más bello a que podemos aspirar; y si quieres ser un sirviente del Supremo, ¡Haribol!, ahí ya estás del otro lado, eso es lo correcto, ahí diste en el clavo, todo lo demás fue golpearse los dedos nada más. Cuando quieres ser un sirviente del Supremo, ahí sí, ahí irás bien. Debes mantener ese deseo porque eso es lo que armoniza con la verdad.

Jay, muchas gracias.

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