La verdad en todas partes y en todos los credos
Jesús es un devoto puro, es decir un maestro espiritual que enseña a amar a Dios. Jesús también ha sido llamado el Hijo del Hombre o el hijo de Dios, éstas son expresiones poéticas para referirse a él, ya que todos somos hijos de Dios. Jesús también es un avatar en el sentido de que es un alma apoderada por Dios, por ello es llamado sakti- avesha-avatar, es decir, que tiene un poder especial dado por Dios.
Las sagradas escrituras dicen que si una persona no tiene el shakti de Krishna, o el poder de Krishna, no va a poder predicar. Por ejemplo Srila Prabhupada también es un avatar. Todo devoto que esté predicando exitosamente y con sinceridad, tiene el poder de Krishna. Esto no es exclusivo, cualquier pastor o monje, que sea sincero, por supuesto, tiene el poder de Dios para ayudar a otras personas.
En Occidente hay mucha tendencia al sectarismo. Los occidentales somos especialmente sectarios, rechazamos otras religiones, otros credos, en cambio, para el hombre de Oriente, cualquier persona que esté siguiendo a Dios es un sadhu; el hecho de que ya esté tratando de seguir a Dios lo convierte en un sadhu, o en una persona santa, en una persona que sinceramente está intentando santificarse, y que por ello también me va a ayudar a mí.
Jesucristo nunca dijo que era Dios, eso fue después introducido en la Iglesia, porque siempre ha habido fanatismo en algunas personas. Por ejemplo, cuando Prabhupada se fue, muchos dijeron que él era el único, pero eso es considerado una desviación filosófica llamada eka-guru-vada, así la ha llamado Srila Bhaktisidanta Sarasvati.
Cuando se piensa que el único maestro genuino es mi guru, y que todos los demás se van a ir al infierno por no seguir a mi guru, se está limitando a Krishna, quien no está limitado a un solo guru , ni a ninguna institución, ni a nada. Krishna se manifiesta ante las personas que son sinceras y El sabe cómo las irá guiando, todo esto es inconcebible.
Cuando Jesús dice: “Yo soy el camino, la Verdad y la vida, nadie viene al Padre sino por mí,” ha sido mal interpretado, porque un sacerdote católico dijo que cuando Jesús dijo esas palabras, se refería a un tiempo presente, queriendo decir que se trataba de un aquí y ahora. “Si alguien quiere tomar la esencia tiene que venir a buscarla aquí.” Eso él estaba diciendo. Jesucristo también dijo: “Yo no he traído nada nuevo. Yo sólo he venido a establecer la ley porque la verdad es eterna”.
Entonces, las personas que se hacen llamar cristianos no son verdaderos cristianos, en el sentido estricto de la palabra, porque Jesús dijo: “No he traído nada nuevo”.
Estrictamente hablando el cristianismo no existe, porque no trae nada nuevo. Es como si nosotros nos hiciéramos llamar Prabhupadianos, Srila Prabhupada se molestaría muchísimo, porque la esencia es la misma, sólo que cada uno la presenta de forma distinta. Pero las personas que nunca han comprendido la esencia piensan que es algo nuevo.
Krishna, en el Bhagavad Gita, dice: “Lo que te voy a enseñar ahora es lo mismo que le enseñé al dios del sol Vivasvan”. El profesor nunca te dirá: “Te enseño mis matemáticas”, sino que simplemente te enseñará matemáticas.
Jesucristo nunca dijo que traía algo nuevo, algo diferente. Entonces hay una tendencia del discípulo a ser neófito, a ser fanático, lo mismo cuando los niños discuten y dicen que su papá es mejor que tu papá y se pelean.
Y eso siempre va a ser así. Siempre van a haber discípulos neófitos, fanáticos de su religión. Es necesario y también es lógico, ya que han encontrado a su pastor, a su rabino, a su guru. Es como el hijo cuando es chico que sólo desea escuchar a su padre.
Srila Sridhar Maharaj decía que al principio es así, pero, dijo él, el discípulo más avanzado puede armonizar incluso que el guru se equivoque, porque no es tan importante cómo el guru lo hace, sino porqué lo hace y para qué lo hace.