Sobre la creatividad
En realidad creatividad es la gracia de Dios. Es una inspiración, es un talento que Dios le da a las personas más sensibles que son los espiritualistas y los artistas. En realidad, el mundo debería estar dominado por el arte, como es el mundo espiritual, donde todo hablar es un canto y todo movimiento es una danza. Krishna también dice que el yoga es el arte en todas las actividades. Creatividad, además, es la función del corazón. En realidad, también, siempre estamos haciendo alguna creatividad, como cuando la dueña de casa decide lo que va a cocinar ese día y cómo lo va a cocinar. O como cuando uno decide cómo se va a vestir ese día. De esta manera, el hombre, o la conciencia, están íntimamente ligados a la creatividad. Siempre estamos elogiando el poder creativo de Dios, y como partículas de El que somos, nosotros también, de alguna manera, siempre estamos creando. De esta manera, mientras más evolucionada sea la conciencia de una persona, mayor será su creatividad.
También podemos decir que hay creatividad buena y mala, creatividad que eleva el espíritu y otra que lo degrada, y esto es porque el artista es como una antena que está conectado con un plano ya sea superior o inferior. Por ello el espíritu del artista debe ser puro y elevado, para entregar algo valioso a la gente, ya que el artista es un gran generador de cultura.
Crear significa transmitir una idea, un sentimiento, o un conocimiento, de una manera original y atractiva. De esta manera, el verdadero creador, transmite una esencia, una verdad, que de una manera ingeniosa se instala en nuestro corazón.
Ser creativo, no significa inventar una nueva verdad, sino que se trata de transmitir la eterna verdad original de una manera novedosa y contemporánea, de modo que sirva para inspirar e incentivar nuestra conciencia. De esta forma, el verdadero artista, siempre nos va a estar relacionando con las grandes verdades esenciales y eternas, de una manera fresca y natural. El verdadero artista, relacionará la verdad con la belleza, con la naturalidad, con la espontaneidad y la sencillez, que son características del espíritu iluminado. En una sola imagen, el artista inspirado nos podrá entregar grandes conceptos filosóficos o grandes visiones del mundo. Es alguien que tiene una gran capacidad para resumir los grandes mensajes, y de una manera clara y eficaz, entregarlo a la humanidad en general, es un gran esencialista.
El artista, o el creador en general, no debe ser una persona orgullosa, y nunca debe atribuirse a sí mismo esa creación, ya que ha sido producto de una inspiración, de algo que le ha sido dado en su corazón. El artista, o el creador, debe ser una persona generosa en enseñar su creatividad y en inspirar a otros para que actúen de igual manera, para que usen sus talentos para inspirarse en las distintas artes y de esa manera incrementen la cultura de una sociedad. Esto dará como resultado una sociedad alegre, interesante y atractiva, en la cual todos sus miembros sentirán que se están desarrollando, ya que todo ser humano tiene sus capacidades creativas, las que deben ser incentivadas como algo saludable y positivo para el crecimiento de su conciencia.
Tristemente vivimos en una sociedad muy alienante, en la cual, como bien dijo Pink Floyd, «se nos educa para ser un ladrillo más en la gran muralla.» Hoy en día, por lo general, el espíritu humano está apagado, está aburrido y deprimido. Como bien dijo Facundo Cabral «no estás deprimido, estás desocupado.» O como bien dijo Srila Bhaktivinoda Thakur, «cada espíritu debe recibir la verdad y de ella sacar una nueva realización, en la misma línea, echando más luz sobre esa verdad que ha recibido.» Es como al saborear un rico plato de comida, donde vamos a dar las más grandes exclamaciones de gusto y de satisfacción, incrementando en los demás ese placer de probarlo, lo mismo deberíamos hacer al escuchar las profundas verdades del espíritu, esas mismas verdades las deberíamos retomar y volver a presentar con nuestras nuevas apreciaciones. De esta manera, el verdadero artista, va enriqueciendo y profundizando las bellas verdades y realizaciones que va teniendo o que va recibiendo. En otras palabras, toda verdad que escuchas, debes recibirla como una semilla en tu corazón, semilla de la cual debe brotar tu propia flor.
De esta manera, el verdadero artista o creador, se sentirá siempre endeudado con estas inspiraciones que está recibiendo, y con gran humildad las entregará para el bien del mundo.